Colegio Don Cristóbal

Alumnos nacidos en 1965 con el maestro Don Mariano / Colegio Don Cristóbal

Es puerta de la luz un libro abierto”, así comienza el poema Estudia, Trabaja y Descansa del autor venezolano Elías Calixto Pompa, poema muy presente en la historia que aquí les contamos en homenaje a la figura de Cristóbal del Río y del Barco y su colegio, el Colegio Don Cristóbal de Manzanares. Cristóbal del Río y del Barco, “Don Cristóbal”, nació en Lodoso (Burgos) en 1905 y siendo aún muy joven, con apenas 28 años, llegó a Manzanares colmado de ilusiones, proyectos y “ganas de enseñar”. En 1934 empezó su actividad docente en la academia Atenea impartiendo clases de castellano y dibujo a los alumnos, siendo este el primer Colegio de Segunda Enseñanza que existía en Manzanares.

Tras su paso por este colegio tuvo unos años de inactividad debido a la guerra civil (1936-1939) aunque impartiría clases privadas durante este periodo de tiempo. Terminada la contienda en el año 1939, Don Cristóbal estableció una academia privada de Enseñanza Primaria en la calle Empedrada que posteriormente, debido a que las aulas se quedaban pequeñas y la gran demanda de familias que reclamaban la educación innovadora de Don Cristóbal, fue trasladado a la calle Obispo Carrascosa en 1941

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Escolares en la actualidad en una de las aulas del colegio / Colegio Don Cristóbal

reconociéndose oficialmente como colegio y dando nombre a este como Colegio San Luis Gonzaga. El primer curso académico contó ya con una cifra elevada de alumnos (150) con clases mixtas y contando por aquel entonces con más chicos que chicas en sus clases. El colegio de “Don Cristóbal”, como popularmente se le conocía, inició su trayectoria social con un estilo personal que llega a cientos y cientos de alumnos que pasan por sus aulas.

La caligrafía de trazos perfectos que Don Cristóbal enseñaba, su castellano impecable, los caracteres de la letra inglesa, la rapidez en el cálculo mental, el dibujo, los diferentes idiomas o el respeto a los demás, son aspectos y valores que no dejó de remarcar y que siguen manteniéndose totalmente vigentes a día de hoy. El “querer”, el “esfuerzo”, la “constancia” y la “educación para todos por igual”, son valores que han sido y siguen siendo santo y seña del colegio. Maestro de maestros, por las aulas de su centro han desfilado alumnos de todo tipo de condición económica y social, Don Cristóbal supo rodearse siempre de destacados educadores que, al igual que él, entendían la enseñanza como una vocación de servicio público, una expresión de cariño hacia sus alumnos y una actividad imprescindible e irrenunciable en la que el esfuerzo, la constancia y la voluntad de avanzar eran condiciones básicas para que los niños, más allá de su origen, triunfaran en la vida. Hay muchas anécdotas acerca de la figura de Don Cristóbal y de aquellos tiempos.

Según nos cuentan algunos alumnos de aquella época, los niños se aprendían los ríos y comarcas cantando o como Don Cristóbal, cuando llegaba al colegio, si veía a los niños en el patio daba una voz que decía, “Arribi” y todos los alumnos enseguida subían por las escaleras hasta sus aulas sin rechistar. Otra cosa muy curiosa es que, cuando estaba en clase escribiendo en la pizarra con esa perfecta letra inglesa que tanto le caracterizaba, si pillaba a alguien hablando, le pegaba un “lametón” a la tiza, la dejaba pegada en la pizarra, ponía los dedos índices de sus manos en forma de punta y cogía los mofletes del alumno a la altura de las muelas y le hacía, lo que todos llamaban, la “maquina”, un movimiento giratorio en forma de broca, curiosidades de aquella época.

En el año 1969, gracias a su reconocida dedicación a la enseñanza, Cristóbal del Río y del Barco, “Don Cristóbal”, fue reconocido con el título de Profesional de la Enseñanza Distinguido. Un año después de

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Cristóbal del Rio y del Barco, “Don Cristóbal” en una de sus clases / Colegio Don Cristóbal

recibir este honor, que acredita el carácter popular y el alcance social que tiene el maestro Don Cristóbal, recibe el homenaje del magisterio local y, siete años después, en 1977, un grupo de ex-alumnos del colegio propone al Ayuntamiento de Manzanares la concesión de una distinción al maestro Don Cristóbal como “Hijo Adoptivo de Manzanares”.

Meses después de la propuesta, que fue recibida por los vecinos de Manzanares con gran entusiasmo, el día de la fiesta de San José de Calasanz “Día del Maestro”, se procedió al nombramiento oficial de Cristóbal del Río y del Barco como “Hijo Adoptivo de Manzanares” en un acto muy emotivo celebrado en el salón de actos del Ayuntamiento con un numeroso grupo de profesores y ex-alumnos del homenajeado. Al año siguiente, 1978, la calle Tirso de Molina pasó a ser calle Maestro Don Cristóbal en homenaje también a su ejemplar trayectoria. Durante la época que Don Cristóbal ejerce su actividad docente, sus hijos José Antonio, Jesús y Cristóbal también comienzan a trabajar en el colegio. El primero de ellos, José Antonio, que fallece a la temprana edad de 44 años, al no gustarle mucho la enseñanza decide irse a trabajar a Caja Madrid, aunque seguiría ligado al colegio junto a su padre en diferentes tareas, sobre todo las económicas.

Tras el paso de los años Don Cristóbal deja la dirección del colegio para asignársela a su hijo Jesús, no obstante, Don Cristóbal siempre estaría vinculado al colegio hasta el día de su fallecimiento en el año 1984. Cuando Cristóbal del Río y del Barco fallece, el colegio pasa a llamarse Colegio Don Cristóbal, anteriormente Colegio San Luis Gonzaga, aunque todos lo conocían como el Colegio de “Don Cristóbal” ya desde sus inicios. Como anteriormente citábamos, su hijo Jesús se hace cargo de la dirección del colegio que, junto a su padre, asumen las tareas pedagógicas y educativas del centro. Desde muy joven Don Jesús trabaja en el colegio por ser el que poseía la titulación académica necesaria además de una enorme vocación por la docencia, por lo que siempre fue y será muy recordado y querido por todos los que pasaron por sus aulas. Tras el fallecimiento de Jesús en el año 1988, a la temprana edad de 46 años, su hermano Cristóbal se queda como titular del centro llevando la administración del colegio, no así como

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Mª Luisa del Rio, Directora del colegio, y Marta Cerrato, Jefa de estudios / Colegio Don Cristóbal

director ya que no poseía la titulación de maestro. Al fallecer Cristóbal, en el año 2008, se hacen cargo del colegio las familias del Río Navas (hijos de Jesús) y del Río Contreras (hijos de José Antonio), nietos del fundador Cristóbal del Río y del Barco, “Don Cristóbal”. Desde esa fecha, María Luisa del Río Navas, hija de Jesús y nieta de Don Cristóbal, ejerce como Directora del centro.

Comienza entonces una remodelación del colegio, combinando equilibradamente tradición, experiencia e innovación. Se remodelan las aulas, se reforman los patios (uno de ellos con acolchado para los más pequeños), se renueva el material y mobiliario, la instalación eléctrica, etc. El centro cuenta en la actualidad con cerca de 190 alumnos de educación infantil y primaria, bajo la orientación básica de cuatro maestros de educación infantil, siete de educación primaria, una PT y una orientadora.

A día de hoy el centro educativo orienta su función también a nuevos propósitos como son el bilingüismo y las nuevas tecnologías (NNTT) a través de diferentes proyectos. Uno de ellos es el ERASMUS PLUS (solicitado en la actualidad) compuesto por el KA1, para formar a maestros y enfocado a las nuevas metodologías (CLIL) y por otro lado el KA2, para la formación de docentes y alumnos para la movilidad entre escolares y maestros, enfocado al inglés y NNTT. Otro de los proyectos es el PLUS ACTIVA para hábitos saludables entre los escolares que cuenta con recreos activos, dietas variadas y equilibradas, diferentes actividades deportivas, etc. El centro cuenta también con programas lingüísticos para infantil y primaria para dar a los alumnos más clases de inglés siendo además, desde hace un año, un centro examinador TRINITY donde se prepara, en actividades extraescolares, a padres y alumnos para la obtención del certificado en inglés.

Además, el centro cuenta con un comedor para unas treinta plazas y con un aula matinal para la conciliación de la vida laboral y familiar. “Es puerta de la luz un libro abierto”, que como recordarán, es ese trocito del poema Estudia, Trabaja y Descansa con el que comenzábamos esta historia, frase que tiene como lema este colegio de más de 70 años de historia, que sus alumnos y ex-alumnos nunca olvidan. Estudia; para enriquecer la mente con el aprendizaje. Trabaja; con todo lo aprendido gracias al propio esfuerzo para tener la satisfacción de bienestar. Descansa; gozando en paz del merecido descanso e ilustrando a la juventud con sabios consejos. Estas definiciones son las que, desde el Colegio Don Cristóbal, se intentan inculcar a los alumnos para que el día de mañana tengan un próspero futuro.

La impronta de Don Cristóbal marcó un modo de ser y hacer en la población manzanareña que todavía persiste, sus enseñanzas permanecen imborrables en el recuerdo y la mente de cuantos tuvieron la fortuna de asistir a sus clases.