Una de las visitas más interesantes que podemos hacer en los alrededores de Madrid, que estamos recorriendo en los últimos meses, es el Real Sitio de Aranjuez, a orillas del río Tajo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Tanto el Palacio Real, como sus esplendorosos jardines, nos traerán a la memoria, además, el Concierto de Aranjuez.

El palacio tiene sus orígenes en una primera casa-palacio, conocida como de los Maestres de Santiago, que se construyó en la época de los Reyes Católicos, a finales del siglo XV, en el lado norte del emplazamiento del actual edificio. Con posterioridad, esos terrenos pasaron a ser propiedad real y fue Felipe II quien en 1561 ordenó la construcción de un primer palacio. Ya con la denominación de Real Sitio, se empezaron a construir los jardines. Este enclave pasó a convertirse en una residencia primaveral de esparcimiento de los Reyes de España, la cual estaba rodeada de un gran coto de caza. Fue en el siglo XVIII cuando Felipe V encargó la construcción del actual edificio del Palacio Real. Iniciada la obra por el arquitecto Juan Bautista de Toledo, fue continuada por Juan de Herrera, aunque no llegó a terminarse hasta los reinados de Fernando VI y de Carlos III.

Para visitar el palacio podemos elegir entre dos tipos de recorrido, el que se desarrolla por los Salones Oficiales, o bien una visita más completa que también recorre las Habitaciones Privadas del palacio. Lógicamente se recomienda realizar la visita guiada.

Esta se inicia subiendo una escalinata de la época de Felipe II, del siglo XVI. Tras pasar por la Sala de Guardia, se visita el despacho de Felipe II y Carlos II. Ahí termina la parte de los Austrias para pasar a la de los Borbones, la más llamativa. Tras visitar la Antecámara y Cámara de música del Rey, y el Salón de Fumar.

Conoceremos el Gabinete Árabe, construido en la época de Isabel II, con una fabulosa decoración de estuco con figuras geométricas, del arte nazarí, y reminiscencias de la Alhambra de Granada.

Durante la visita guiada completa podemos acceder a las habitaciones privadas, como la del rey Francisco de Asís, esposo de Isabel II, el Vestidor, el Salón de Esposos, el Despacho del Rey, o estancias tan sorprendentes como la Sala de Pinturas Chinas, en cuyas paredes se disponen 200 cuadros de pinturas chinas regaladas a Isabel II en 1846 por el Emperador de China, con motivo de su boda con Francisco de Asís.

El  gran Salón de Baile, el Tocador de la Reina, el Dormitorio de la Reina o el Salón de Porcelana, son otras de las muchas estancias que podremos ver para terminar con el gran Salón del Trono, que todavía se utiliza cuando el Rey de España celebra actos institucionales en Aranjuez.

 

Los Jardines.- No queda completa esta visita si no paseamos por algunos de los jardines de Aranjuez, al menos los del Parterre y los de la Isla, los cuales se encuentran adyacentes al palacio.

Y si tenemos más tiempo, podremos disfrutar de los extensos Jardines del Príncipe donde, por un lado, veremos el Embarcadero Real junto al que se encuentra el museo de las Falúas Reales, donde se conservan curiosas embarcaciones utilizadas por los reyes de España desde el siglo XVII, y por otra parte podremos visitar el pabellón real construido por Carlos IV conocido como la Casa del Labrador y el cercano Estanque Chinescos obra del arquitecto de la época, Villanueva.

De visita obligada: Museo de la Vida

Se trata de una serie de salas donde se exponen los más diversos objetos utilizados por diversos reyes, entre ellos Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, Isabel II y Alfonso XII, Alfonso XIII y las diversas reinas hasta la actualidad. Una de las vestimentas más destacada es el gran manto regio de la reina Victoria Eugenia, mientras otro curioso objeto es el sillón que utilizó el rey Alfonso XIII durante su enfermedad en Roma, hasta que falleció en 1941.

Pero, sin duda, entre los objetos más destacados podemos mencionar los vestidos de novia de la reina Sofía y las princesas. El de la reina Sofía, que se casó en Atenas en 1962, fue diseñado por Jean Desses; también están el de la princesa Elena, casada en 1995, de Pedro Valverde, y de la princesa Cristina, de Lorenzo Caprile, utilizado en su boda en Barcelona en 1997.

Por supuesto no podía faltar el vestido de boda de Letizia Ortiz, diseño de Pertegaz, y cuya boda se celebró en Madrid en 2004. Se completa con una sala con los trajes de ceremonia de la reina Sofía, y un chaqué y un uniforme del actual rey Felipe VI.