Dr. Luis Marín Morales / Traumatólogo
Cofundador de MAETRA

La Pronación Dolorosa consiste en un bloqueo del movimiento de prono-supinación del codo, es decir, del movimiento de giro del mismo, que es doloroso debido a una subluxación traumática de la cabeza del radio. Es más frecuente en niños que en niñas entre 1 a 5 años de edad. El codo izquierdo suele afectarse más que el derecho.

Se produce por una tracción brusca del miembro superior en extensión, que requiere que el codo esté extendido y el antebrazo girado. El proceso ocurre cuando un adulto lleva al niño de corta estatura de la mano, da un tirón brusco hacia arriba de un modo repentino, ya sea para evitar una caída, subir el bordillo de una acera, o cuando se le levanta enérgicamente tirándole de la mano al ofrecer resistencia al avance. Por el mecanismo de producción se le conoce también como codo de niñera o codo de llanto repentino.

Es característico el dolor y llanto del niño tras la tracción violenta del brazo. El niño se niega a mover el brazo y mantiene el codo en extensión teniendo dificultad en la movilidad de esa extremidad por lo que la mantiene pegada al cuerpo. También presenta dolor a la presión sobre la cabeza del radio. Solo con interrogar al familiar y comprobar el mecanismo de producción llegaremos al diagnóstico. NO HAY QUE HACER RADIOGRAFIAS PORQUE NO ENCONTRAREMOS NADA.

El tratamiento consiste en realizar maniobras para la reducción manual. Las tiene que realizar personal médico o de enfermería, porque de realizarlas de manera incorrecta puede ocasionar un daño más importante. En algunas ocasiones se reducen solas al manipularlas, pero en otros casos las medidas de reducción fracasan, en especial si han pasado varias horas de intervalo entre que se produce y se realiza la consulta. En este caso se debe colocar la extremidad superior en un cabestrillo y efectuar controles a las 24 -48 horas. Para entonces todo estará solucionado porque vuelve a su sitio de manera espontánea.

Una vez se ha producido una subluxación, existe propensión a sufrir episodios posteriores. En general, el problema se resuelve al ir madurando el niño. Si existen recidivas se tratan de la misma manera.

La prevención se realiza informando a los padres sobre los mecanismos de producción y evitando al máximo levantar al niño tirándole de la mano o del antebrazo. Lo más importante de esta patología es tranquilizar a los padres. Es una lesión menor que salvo en muy contadas ocasiones no produce ningún tipo de secuela. Y recordar una maniobra para comprobar que la cabeza del radio ha vuelto a su sitio. Mostrar al niño un lápiz u objeto de su agrado; si es capaz de cogerlo, el problema está resuelto.