María del Mar Sánchez-Migallón / Departamento de Formación
y Proyectos OYE

Grabadas a fuego. Expuestas por todas las oficinas del mundo en lugares visibles. Presentes en nuestras mentes. Así deberían estar estas seis habilidades que imprescindibles para que el engranaje de cualquier equipo humano funcione de modo solvente y fluido.

Las tres “O”:
1. Optimiza: sinónimo de eficacia en la gestión de tus tareas a nivel temporal, funcional, productivo y de uso de recursos. ¿Lo haces? Seguro que tú sí, pero conocerás a alguien que diga habitualmente “esto para mañana”, o “esto lo paga la empresa, no hay problema”, o “yo solo o sola no puedo”. No siempre nos damos cuenta de que optimizando remamos a favor de la calidad y la durabilidad de nuestro puesto de trabajo, además de contribuir a que los objetivos se alcancen.
2. Organización: es común la implicación de más recursos de la cuenta en una tarea o de menos. También es habitual, sobre todo en las empresas pequeñas, que el reparto no se haga siempre bajo criterios de optimización: no elegimos al más capaz de hacer determinada cosa, si no al que está más libre, por ejemplo. Determinar los talentos de la gente de nuestro equipo y sacarles partido, debería ser una religión.
3. Osadía: ser valiente es una actitud que se trabaja. Trabajar la osadía requiere que pierdas el miedo a probar, a experimentar, a equivocarte, etc. Esto desata tu creatividad y tu proactividad, dos habilidades fundamentales en los equipos que evolucionan y que se adaptan a los cambios.

Las tres “E”:
1. Ejemplar: ¿lo eres? Ser leal a tu marca, honesto con tus stakeholders e íntegro en tus decisiones, no es elegible. Tiene que ser. Un equipo con estos principios siempre llegará más lejos.
2. Excitante: crear entusiasmo y mantener viva la llama de la motivación en tu equipo. Saber transmitir confianza, apego y fuerza en los momentos difíciles. Hacer que trabajar contigo sea, eso, excitante, retendrá el talento. Huir de la monotonía te convierte en alguien interesante en cualquier ámbito de la vida.
3. Enriquecedor: ¿compartes tus logros con el resto del equipo? No nos referimos a que cuentes lo bueno o buena que eres, si no a la generosidad. Entregar nuestras acciones exitosas al resto, convertirlas en patrimonio de la marca para que todos y todas podáis implementarlas, significa que enriqueces la ecuación del talento en tu empresa. Y, en su otra vertiente, ¿te enriqueces? ¿Cultivas y amplías tus conocimientos? Leer sobre temas relacionados con tu desempeño, seguir a las grandes mentes que hacen cosas diferentes o estar al tanto de la actualidad, también, es, lo sentimos, de obligado cumplimiento.

Estas han sido las 3 “O” y “E” del trabajo en equipo de OyE. Construir o reconstruir la cohesión y la excelencia de un equipo es posible. Solo con el compromiso de todos los miembros se materializan los cambios en la forma de actuar. Anima a tu equipo a abrazar estas seis recomendaciones. Si queréis un refuerzo para lograrlo, una cerveza juntos los viernes ayuda mucho.