Nicasio Zamora, hace unos años en su despacho / Metsa

Nicasio Zamora, hace unos años en su despacho / Metsa

Nicasio Zamora Trujillo lleva 36 años al frente de Metsa, fue en el año 1979 cuando, en una dura crisis económica, de la que ya nadie parece querer acordarse, decidió apostar por su propio negocio ya que durante mucho tiempo había trabajado como director comercial en una empresa especializada en el sector de la maquinaria para la construcción.

“Ya tenía un mercado hecho y me enfrenté a un negocio sin unas perspectivas muy claras porque las circunstancias no eran muy buenas. Pero era joven y la iniciativa la tenía muy clara”, afirma este empresario que está intentando superar la actual crisis económica.

Las primeras instalaciones de Metsa se montan en el número 80 de la calle Toledo de la capital, en un local de 500 metros cuadrados, y atendidas por cuatro operarios que acompañan al joven empresario.
Hace 35 años la maquinaria de construcción era mucho más sencilla que la actual. Por otra parte el “boom” de la construcción todavía no había llegado, así que el grueso de las ventas estaba compuesto por hormigoneras y andamios, que por cierto carecían de las homologaciones y sistemas de seguridad que se exigen, para bien, en la actualidad. “Aunque la maquinaría era sencilla ya empezaba a haber mucha demanda, se vendía con bastante facilidad, tanto porque el sector empezaba a cambiar como por la escasacompetencia que había. Aunque es verdad que en Ciudad Real teníamos un competidor muy fuerte,

Sede de la empresa en la C/Toledo / Metsa

Sede de la empresa en la C/Toledo / Metsa

Murciana de Suministros, con mucha garra en el mercado”, comenta Nicasio, el cual termina ganando la batalla “por constancia, porque aquí hay una cosa que está clara, si trabajas y eres fiel a tus clientes y das un buen producto, triunfas. Porque lo que hay que vender es un buen servicio, no máquinas. Si eres serio, el final ahí está”.

Poco a poco empieza el crecimiento y las marcas empiezan a tenerlo como referencia en nuestra provincia y limítrofes, de forma que cada vez tiene mayor y mejor oferta. Fue el caso de AUSA, una marca que todavía lleva como bandera y que le hizo una gran ilusión conseguir. Territorialmente empiezan a trabajar en las provincias de Cuenca y Toledo.

Así llegamos al momento de máxima expansión, “el mismo que tuvo el país”, desde 2002 a 2006. En esas fechas Metsa contaba con una plantilla de 22 personas. “Y no llegábamos, parecía que se iba a acabar el

Nave actual de la empresa en el Polígono Larache / Metsa

Nave actual de la empresa en el Polígono Larache / Metsa

mundo en el sentido de que todo había que hacerlo deprisa, corriendo, cientos de viviendas haciéndose, no dábamos abasto e incluso llegábamos a quedar a mal con algunos clientes porque al final no llegábamos a servirle”, recuerda Nicasio cuando se remonta a los tiempos de la famosa burbuja inmobiliaria. “Pero no era momento de meter más gente, porque yo no me hacía la ilusión de que aquello fuese a durar toda la vida. Por eso, modestia aparte, me previne y abrí otra línea de negocio”. Nicasio buscó, pues, otros nichos de mercado en los que ya contaba con contactos, y que ahora son una de las principales ofertas de la empresa: elevadores, ascensores para personas, ascensores montacargas, sillas salva escaleras y productos de jardinería, de las marcas Honda y Karcher, así como toda la maquinaria relacionada con la construcción y consumibles.

A estas alturas de la historia la situación se encuentra estabilizada, el futuro se ve un poco mejor, pero siempre con mucha cautela, y Nicasio ha decidido, además de asegurar la empresa abriendo nuevos mercados, ofreciendo nuevos productos y adquiriendo nuevos clientes, ya sean particulares como instituciones, caso de los ayuntamientos, preparar poco a poco la transición para que en un futuro no muy lejano, tomen las riendas sus hijos. Con ellos, y con el espíritu que Nicasio Zamora Trujillo ha inculcado a la empresa, a Metsa le quedan muchos años por delante.