Tener una buena iluminación en casa no es una cuestión baladí. La forma más inteligente de armonizar tu hogar, de manera eficiente, consiste en la iluminación por capas. Esta técnica combina varias capas de luz en el interior de un espacio. El objetivo consiste en ubicar estratégicamente luces con distintas intensidades a lo largo de la estancia, para encontrar un balance lumínico atractivo y personal.

Para lograr una correcta iluminación, se debe cubrir toda la superficie con bombillas LED,
teniendo en cuenta el color, la intensidad y la temperatura. En la actualidad, existen bombillas LED e27 o de rosca a precios muy asequibles y capaces de cumplir con creces las necesidades lumínicas de tu hogar.

Cómo iluminar por capas

Cuando entramos en una estancia, ya sea una casa particular, una oficina etc.… la luz puede entrar de forma natural o artificialmente.  A la luz natural se la considera la primera capa. Esta luz no puede ser manipulada ni controlada y forma parte del diseño arquitectónico del espacio. Todo lo que podemos aprovechar de la luz exterior nos viene de las ventanas, claraboyas o tragaluces. También podemos regular la intensidad de la luz exterior mediante persianas y cortinas. Con base en la luz que entre en la estancia, podemos diseñar estratégicamente la distribución y la ubicación de las tres siguientes capas de luz artificiales.

Por lo general, se emplean luces cálidas en las estancias donde más tiempo permanecemos. No obstante, si tu intención, a la hora de decorar el espacio, es darle un aire más moderno y vanguardista, se recomiendan las luces con tonos fríos. La luz de ambiente o segunda capa es la que va a darle un toque personal a tu hogar. A la tercera capa lumínica se la conoce como luz de acento. Aquí lo que se pretende es llamar la atención en tu casa sobre determinados objetos o ambientes. Puedes poner luces LED traseras detrás de jarrones, mesas u otros enseres, para crear sensación de profundidad o contraste. El objetivo consiste en destacar el objeto que consideres destacar en la habitación.

Una vez elegidas estratégicamente las luces de ambiente y de acento, llega la hora de pensar en las luces de trabajo o en la denominada cuarta capa. A lo largo de nuestra vida, desempeñamos tareas donde necesitamos una mayor intensidad lumínica. Aquí juega un papel principal el brillo, puesto que es muy importante que donde cocinemos o leamos, la luz escogida no deslumbre o se quede corta.  Esta capa es, sin duda, la más necesaria a tener en cuenta.

Planificar de forma óptima y eficiente una buena iluminación por capas en nuestro hogar es sumamente importante; puesto que puede afectar a nuestro estado anímico. Por ejemplo, tener una luz demasiado cálida o tenue en nuestra cocina o zona de lectura puede generar fatiga visual. Así que, a la hora de iluminar tu casa conviene no ignorar aquellas estancias donde se realicen actividades frecuentes que requieran de una correcta iluminación. Mediante un adecuado uso de luces LED en tu hogar, estarás ahorrando en tu factura de la luz y a su vez invirtiendo en bienestar y en salud.