Este mes nos detenemos en un bar emblemático de la avenida Rey Santo de Ciudad Real: Los Seis Hermanos. Un nombre heredado del bar del abuelo en Porzuna, hostelero y con seis hijos -de ahí el título de los establecimientos-, y que ha pasado de generación en generación, hasta tres, para homenaje de la familia Jiménez.
En este ‘Seis Hermanos’, el matrimonio formado por Francisco Javier Jiménez López y Esther Vera Colado se afana cada día en ofrecer lo mejor a su clientela, fiel desde sus comienzos, en 1975, cuando los padres de Javier, Purificación de cocinera y Ernesto en sala, emprendieron un negocio que va camino del cincuenta aniversario. Hace casi diez peatonalizaron la vía, creando un confortable espacio de terraza “que nos ha dado la vida”, reconoce Javier.
No hay fórmula del éxito en Los Seis Hermanos. O si la hay, se basa en una cocina sencilla y casera pero muy exquisita, con materia prima de primera calidad; en ricos y asequibles desayunos; en una excelente atención al cliente y en un trabajo a raudales. Sus especialidades son las raciones de solomillo de venado con adobo casero a la plancha, tiernísimo, para chuparse los dedos; sus chipirones a la plancha, sus chuletillas de cordero lechal, mollejas, entrecot, bacalao y un largo etcétera. En guisos destacan sus manitas de cerdo deshuesadas en salsa con trufa y jamón. El precio medio de cada ración, de generoso tamaño, es de 12 euros. Para el maridaje, catorce referencias de principales vinos de La Mancha, tanto tintos como blancos.
Los desayunos también son muy apreciados por los clientes fijos, principalmente de colegios, ministerios y oficinas de alrededor, que pueden elegir café y tostada o pulga a 2,70 euros, o café y media tostada a 2,20.
Los Seis Hermanos abre de 8 de la mañana a 5 de la tarde de lunes a sábados, con cierre los domingos. En los meses más crudos de verano e invierno, sábados y domingos está cerrado.