Interesante historia la de la Banda de Música de Ciudad Real, creada en 1887; disuelta como banda municipal casi un siglo después, en septiembre de 1974; sucediéndole, solo mes y medio más tarde, una agrupación musical privada que continúa hoy día.


La apuesta por la banda o no de los ediles delegados a lo largo de los tiempos, la carga económica de mantener a unos músicos, los aciertos o desaciertos, la mayor o menor disciplina… revelan un atrayente recorrido de la banda ciudadrealeña, sostenido con nombres propios, muchos nombres propios, que han dejado un gran legado y piezas musicales de referencia.


De 1887 a 1974, durante casi 87 años, más de diez directores guiaron con la batuta el destino musical de La Municipal (como se la conocía antiguamente), mientras que del 74 a la actualidad, tan sólo dos músicos han dirigido la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real: el querido y reconocido Calonge, durante 33 años; y su sucesor, Jesús Miguel Gracia Ocaña, desde 2008 hasta la actualidad.

Izq.: La Banda de Música en 1975, con el primer uniforme del sindicato. Centro: Cristóbal Ruyra Ruescas (Lanza, 21 noviembre 1959). Dcha.: La banda bajo la dirección de Rafael Calonge en los 90 (Foto: Iferga).


Para Jesús Miguel Gracia Ocaña, la etapa actual es, sin dudarlo, una de las más florecientes. Tanto por el número de músicos, alcanza el centenar; como por su cualificación, con titulación profesional de profesor y jóvenes de conservatorio; su completa agenda local de más de una treintena de actuaciones y conciertos en la capital, siempre concurridos; y con el reto futuro de poder participar, tras unos años horribilis de pandemia Covid-19, en certámenes de calado nacional.


Los orígenes de la Banda Municipal se remontan a mayo de 1887, tras aprobar en pleno municipal un proyecto presentado por Valentín Giraud, que pasaría a ser el primer director. Como curiosidad, el coste de la banda y el sueldo de Giraud, que salían de las arcas municipales, eran de 7.480 pesetas (44,96 euros) y de 2.000 pesetas (12 euros), respectivamente. La penosa situación económica e instrumental marcaron los primeros años, hasta que en 1921 nombraron como director a César Ruyra, procedente de Levante y padre de una saga familiar de notables músicos; en su etapa, “introdujo un hábito de trabajo constante y disciplinado”, tal y como recoge Vicente Castellanos en su obra Musicalerías. Ciudad Real. Música y Sociedad 1915-1965.


César Ruyra cede el testigo a su hijo Cristóbal en 1927, que se mantendrá en el cargo hasta 1952, dotando a la banda de un progreso y un prestigio nunca antes vistos, con salidas a los pueblos, renovación del repertorio, premios en certámenes o la catalogación como funcionarios de la Banda, llevada a cabo por el gobierno municipal del Frente Popular. Tras la guerra civil, Ruyra trabaja para que la banda resurja de nuevo, se pierde la condición de funcionarios pero se oficializan una serie de conciertos en El Prado, el Gasset o por Santa Cecilia en el antiguo Casino. Exitosos fueron también, hasta 1965, los certámenes y encuentros de bandas de otros puntos del país ejerciendo La Municipal de anfitriona.


Tras la marcha de Ruyra, que dejó más de cien composiciones entre pasodobles, himnos o zarzuelas, la Banda Municipal estaba prácticamente ‘herida de muerte’ por cuestiones económicas y su disolución era mero trámite, pero la buena dirección de Florencio Murazábal primero y la defensa de algunos ediles, como Cecilio López Pastor en los años 60, prolongaron dicho final hasta septiembre de 1974, siendo director Eladio Bujalance. Apenas mes y medio después, el 14 de noviembre de 1974, se funda la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real, con Rafael Calonge de director, Carmelo Ortiz subdirector y con músicos que se habían ido de la banda “por incompatibilidad” con Bujalance.

La vida reciente de la agrupación: Calonge y Gracia Ocaña.- Desde un primer momento, la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real estableció un convenio con el Ayuntamiento de la capital para subvencionar una serie de conciertos y actuaciones fijos: en Feria, Pandorga, Semana Santa, Navidad, Santa Cecilia, en las fiestas de los barrios, procesiones, ciclo de conciertos de verano…, teniendo como sede de ensayos el antiguo casino y como lugares de actuaciones el templete del Prado y el Quijano.

Izq.: La banda de música en 1980. Centro:la banda en 1976 o 77 con Calonge. Dcha.: La Banda Municipal de Música de Ciudad Real en 1915 (Vida Manchega, 25 de agosto).


El criptanense Rafael Calonge, excelente músico y director, elevó a la banda al lugar que hoy ocupa, un profesional comprometido que motivó a los músicos y atrajo a mucho público, “compartí varios años con él, realizó una labor muy meritoria”, destaca Gracia Ocaña. Ya bajo la batuta del actual director, la agrupación ha actuado en festivales de Albacete, Pinto (Madrid), Talavera o Valencia, teniendo este año en 2023 una posible cita en Torrente (Valencia) y con el reto de llegar a competir en los próximos años con las mejores bandas de música del país en la Comunidad Valenciana y Galicia.


Para el también sargento y músico de bombardino de la Banda de Infantería de Marina de Madrid, el más crítico con la agrupación ciudadrealeña es él mismo, “noto que el conjunto ha evolucionado, el compromiso de los músicos es total y mi función es motivarles, el día que no consiga, espero que los músicos me lo digan; hay directores que se acomodan, no fue así Calonge y espero que tampoco yo, quiero dejar la banda al nivel que merece esta ciudad”.


En este sentido, alaba el conocimiento musical de Ciudad Real, es un público muy entendido al que le apasiona especialmente la zarzuela, “hasta el punto de que me paran por la calle y me piden un título en particular para que la interprete en el próximo concierto, incluso esperan un año para escucharlo”. Pero en el repertorio de la banda también hay pasodobles, marchas militares, bandas sonoras…, repertorio que cambia cada año, adaptándose también a la actualidad y a los gustos de los jóvenes, “en Navidad hice un arreglo porque querían escuchar La Despechada”.


La sonoridad de una banda de cien músicos es espléndida, como denota Gracia Ocaña, aunque no tanto la logística, pero se siente satisfecho del resultado, “al final somos como una familia”. En instrumentación, la banda ciudadrealeña destaca por disponer de casi toda la percusión, con más de 20 instrumentos, y otros solistas de obras armonizadas para banda grande como corno inglés, requinto o fagot.


Sirva este reportaje como homenaje a todos los que, de uno u otro modo, fueron, han sido y siguen siendo partícipes de la banda de música y confiamos en que sepan disculpar las omisiones de otros nombres que la engrandecieron a lo largo de la historia.

Texto: Oliva Carretero Ruiz
Fotos: Agrupación Musical Banda de Música de Ciudad Real