Charles Osborne fue un ciudadano estadounidense que sufrió de un ataque de hipo de forma continua durante 68 años, desde el año 1922 hasta el año 1990. El hipo de Osborne comenzó en 1922, mientras colgaba un cerdo para sacrificarlo cayéndose en el acto, y se detuvo un año antes de su muerte, a los 96 años. Entró en el Libro Guinness de los récords como el hombre con el mayor ataque de hipo de la historia. A pesar de su estado, el granjero pudo llevar una vida normal. Se casó dos veces y tuvo ocho hijos.