Este mes visitamos uno de los bares-restaurantes más originales y exclusivos de la capital ciudadrealeña: La Frívola. Esta coqueta taberna gana enteros desde el momento en que uno atraviesa la puerta: su ubicación, en pleno Paseo del Prado y con una amplísima y cómoda terraza; su decoración, que invita a desconectar y a disfrutar de la compañía de la familia o los amigos; su cocina, moderna y única, apta para vegetarianos, veganos y celíacos; y en bebidas, un plantel de cervezas e Ipas espléndido, procedentes de varios países y para todos los gustos, también sin gluten.
Tras cuatro años de actividad, La Frívola ha roto estereotipos yendo a contracorriente de lo rutinario en hostelería en Ciudad Real, ofreciendo un sello y una marca propios que gustan tanto al habitual como al recién llegado. Tanto para tapear, comer, merendar, cenar, celebrar cumpleaños, bautizos, despedida de soltero/a o una preboda, La Frívola es el lugar idóneo, dando facilidades, si se acude con tiempo, para organizar un buen tapeo de carta y sugerencias.
Al frente de todo están Álvaro Navarrete Pujades y su encargado, Mario Trujillo, que destacan la peculiaridad de la carta de La Frívola, “ganamos en 2021 el concurso de tapas con un bocata de pastrami”, que es un clásico de la taberna. También son muy demandados sus nachos con queso, sus gyozas de cerdo, paté o verduras; sus torreznos a baja temperatura, con sal gorda y aceite de cornicabra, o su rico costillar de cerdo. A dos manos se comen y disfrutan sus ricas hamburguesas o tostas, también las hay en versión vegetariana, vegana y sin gluten, en una cocina donde se cuida el producto y las elaboraciones son 100% caseras, también sus deliciosas tartas y postres, con y sin gluten.
Pero la cosa no queda ahí. La Frívola cuenta con una de las mejores ofertas de cerveza, 22 clases de rubias, tostadas, negras, Ipas, con más amargor o menos, siendo la Praga una de las más solicitadas por sus toques de pasas y caramelo. Para los amantes de vino, La Frívola también dispone de una carta de vinos con los mejores de la tierra.
La niña bonita de La Frívola, más con este tiempo, es su generosa terraza en el Prado, con 20 mesas dispuestas junto a un parque infantil que es la maravilla de los pequeños y el descanso de los padres mientras disfrutan tranquilos de la gastronomía ‘frivoliana’.