Seis generaciones de “Lienceros” zamoranos establecidos en Daimiel

Tirso Simal Felipe, 2ª generación, esposo de Claudia Blanco.

Fueron numerosas las familias de Fresno de la Carballeda, en la provincia de Zamora, que tanto en el siglo XIX como en el XX quedaron repartidas por toda la geografía española. La dedicación al comercio ambulante caracterizó a los carballenses, de los cuales una gran mayoría terminaba por establecerse en alguna de las plazas de su ruta. Una de estas familias fue la formada por el matrimonio de Francisco Blanco y Ángela Cid.

Sobre el año 1857 Francisco Blanco, acompañado de una borrica que le servía de soporte de la mercancía, consistente en mantas zamoranas y lienzos tejidos de lino y algodón, llegó a Daimiel. Se acomodó en la posada de José Ogallar, ubicada en el portal de la plaza, frente al actual Ayuntamiento, donde ocupó una pequeña habitación interior en la que guardaba su mercancía. Aquí estableció su cuartel general para ejercer su actividad ambulante-mercantil en esta población además de desplazarse a localidades como Manzanares, Almagro y otros pueblos colindantes.

Antonio Simal Blanco, 3ª generación.

Con el transcurso de los años, su negocio prosperó y así pudo comprarse una casa y un trozo de tierra en la calle Jesús, hasta que en 1870 se estableció definitivamente en Daimiel. Para su negocio alquiló el bajo de la casa situada en la calle Virgen de las Cruces, esquina a la plaza de Santa María, y para atender esta nueva fase de sus negocios, necesitó la ayuda de tres de sus hijos cuyos nombres eran José, Claudia y Alonso, además de dos dependientes de Valparaíso (un pueblo cercano a Fresno de la Carballeda, en Zamora) llamados Tirso y Manuel Simal.

El objeto inicial de este negocio seguía siendo la venta de lienzos en las calles para lo cual no había otro vendedor mejor que Tirso Simal. Según referencias, convergían en él grandes cualidades: gran envergadura, estatura, gran bigote, dicharachero y simpático. Así, Tirso pregonaba la mercancía con una sonoridad de tenor: “El liencerooo…”. Por ello desde entonces el establecimiento, y todos sus dependientes, empezaron a ser conocidos con el apelativo de

Antonio Simal Galiana, la cuarta generación y padre de los actuales propietarios.

“Los Lienceros”. A veces, cuando la empresa se sentía acuciada por el pago de letras que estaban a punto de vencer, o ya vencidas, sus jefes acudían a Tirso para que se diera una vuelta, pues era seguro que lograría el incremento en las ventas y, con ellas, esos ingresos extras necesarios en tal momento.

Cuando murió Francisco Blanco, sus hijos José y Claudia se encargaron del negocio, mientras que Alonso se estableció en Manzanares. Fue entonces cuando este establecimiento pasó a denominarse Hijos de Francisco Blanco. Con el tiempo se ampliaría el objeto del negocio a la venta de muebles, elaboración-exportación de vinos, venta de hilados y alimentación, así como a la distribución de un periódico de tirada nacional.

Claudia y Tirso

Claudia se casó con Tirso en 1889 y ambos tuvieron nueve hijos. Posteriormente los hermanos, amistosamente, deciden separarse. Así, José se encargaría de la elaboración y exportación de vino, y Claudia del resto de las actividades ayudada por Tirso y sus hijos: Antonio, José, Tirso y Francisco, junto con otros dependientes en régimen de internado, casi todos ellos familiares procedentes de la zamorana Valparaíso.

Entonces la empresa pasó a denominarse Hija de Francisco Blanco y se traslada a la calle Comercio, n. 8, actual Virgen de las Cruces. Con el tiempo, Claudia, ya viuda y con casi sesenta años, decide dejar el negocio en manos de sus hijos varones y este pasó a llamarse Nietos de Francisco Blanco.

Sucesores de Francisco Blanco

Grupo de dependientes del establecimiento en el primer tercio del siglo XX.

Sobre el año 1961, los hermanos Antonio y José Simal Blanco deciden separarse y Antonio se queda con el negocio, que más tarde cedería a su hijo Antonio Simal Galiana, biznieto del fundador Francisco Blanco. Años después, se creará la sociedad Sucesores de Francisco Blanco, S.L., formada por los cinco miembros de la unidad familiar: Antonio, su mujer Encarnación y sus tres hijos, Antonio José, Octavio y María Teresa.

En la actualidad, son estos los encargados de este antiguo negocio familiar. Antonio José está al frente del establecimiento que se dedica a la venta de muebles, en la Plaza de Santa María n.º 9, y sus hermanos Octavio y María Teresa, del establecimiento dedicado a Textiles: Especialidad Hogar, en la calle Virgen de las Cruces.

La firma Sucesores de Francisco Blanco continúa ofreciendo sus artículos a todo los daimieleños, y a todas aquellas personas que se acercan desde otras localidades a esta población, a los cuales agradece enormemente su contribución a la supervivencia de casi seis generaciones, iniciada por el comerciante procedente de la zamorana localidad de Fresno de la Carballeda, Francisco Blanco.

Antonio José junto a su esposa en el establecimiento de la plaza de Santa María, y con su hermano Octavio en la tienda de la calle Virgen de Las Cruces.

 

Texto: Sucesores de Francisco Blanco

Fotos: Sucesores de Francisco Blanco y Ayer&hoy