Ha sido una satisfacción infinita estar al frente de Musireal durante estos treinta años. Como músico, he tenido la suerte de trabajar en lo que me apasiona y ganar amigos de lo mío, de la música”. Con estas palabras, Ramón Sobrino Mora, gerente de Musireal, hace balance de todo este tiempo al frente de un negocio que le ha dado más alegrías que sinsabores, donde ha disfrutado de la tienda, de los clientes y de la música.


Después de tres décadas abierto, Musireal echará el cierre definitivamente a finales de diciembre, obligado por las nuevas tendencias de compra online. Pero, al contrario de lo que se pueda suponer, Ramón Sobrino es consciente de que hay que dejar paso a lo que ya está aquí, no sin pena por haber disfrutado de una vida plena como músico y tras el mostrador de Musireal, disfrutando de la música en su amplia concepción de arte y negocio.

Los comienzos.- La historia de esta tienda de música es la historia de Ramón y de su esposa Isabel Hervás, que atendía la tienda cuando su marido tenía algún bolo. Hijo de músico, desde bien pequeño Ramón comenzó a tocar la trompeta, formó un dúo musical ‘Jesús Roco y Ramón’ que durante 25 años ha tocado en bodas, eventos y fiestas; también ha participado en bandas y orquestas y ahora toca el piano en la Asociación de Amigos Javier Segovia de Ciudad Real. Laboralmente hablando, trabajó en un comercio de muebles de cocina y baños hasta que entró en una tienda de música ‘Sol Fandy’ hasta su cierre, estableciéndose por su cuenta en 1992 con Musireal, en calle del Prado, 1, al albur del Conservatorio, entonces en el antiguo casino.

Ramón Sobrino Mora en diferentes etapas del negocio de Musireal, ubicado en el Paseo del Prado, 1.


En Musireal ha habido años muy buenos, recuerda Ramón, en los que, más que vender se despachaba, “a comienzos de curso no dábamos abasto, había momentos en que la cola de gente daba la vuelta a la calle, ya sabían lo que querían y cómo lo querían”. Musireal era referente en la venta de instrumentos musicales de toda la provincia, junto a algún otro comercio más, “no había tiendas como ésta en la provincia, hasta hace 10 ó 15 años”.


Entre su clientela, muchísimas bandas municipales y orquestas de toda la provincia y músicos, gente con nivel cultural medio-alto. Menciona en este sentido el caso particular de Picón, pueblo de apenas 700 habitantes que creó una banda municipal de 70 componentes, el 10% de la población. El impulsor fue Agustín Durán, ex alcalde, músico e hijo de músicos, “con solo 23 años pensó en hacer una banda en el pueblo, otro hubiese hecho un campo de fútbol o una piscina, pero implicó a 70 vecinos formados por tres personas que venían del conservatorio; los padres estaban contentísimos y en Musireal les pusimos todas las facilidades, regalándoles atriles y métodos y cediéndoles temporalmente algunos instrumentos del común de la banda”.


La venta principal de Musireal entonces era instrumentos, guitarras, teclados automáticos, pianos, violines… aunque el precio ha marcado la evolución de este mercado. Hace 20 años, nos cuenta el gerente de Musireal, un clarinete podía valer mínimo 1.000 euros, o un teclado 1.200, ahora el precio no supera los 200 ni en un caso ni en el otro, “son instrumentos de mala calidad, de fabricación china en muchos casos y sin garantías”. En ese sentido, Ramón subraya que siempre ha sido franco y honesto con su clientela, “he preferido asesorarle a su favor que hacer una gran venta; por ejemplo, si alguien venía queriendo la guitarra de su amigo de 500 euros, le advertía de que su amigo tenía un nivel mayor y con una de menor precio iba sobrado para empezar”.
En el año 2000, Musireal se trasladó de calle del Prado al Paseo del Prado, 1, en la esquina, en el local de al lado, mucho más amplio y con mejor ubicación.

Una ferretería musical.- Desde hace quince años, añade Ramón, el negocio no marcha como antes, no hay clientela fija ni grandes colas a comienzos de curso. Lo que les ha mantenido abiertos ha sido la venta de accesorios y consumibles, como cañas, baquetas, cuerdas, soportes… “esto es como una ferretería, con miles de artículos (calcula que actualmente tendrá entre 7 y 8.000 referencias). Solo por poner un ejemplo, un clarinete cuenta con 20 marcas, cada una tiene cuatro modelos y de cada modelo hay boquillas con distintas numeraciones, y cañas, y eso solo en un instrumento, imagina en el resto, saxofón, flauta, oboe, trompeta, trombón, guitarra…”.

Izq.: Interior del establecimiento musical lleno de guitarras, teclados, violines, accesorios…. Centro: primera sede y logo de Musireal. Centro: Interior de la primera tienda


Musireal ha contado siempre con los mejores fabricantes y proveedores de España y del mundo, ofreciendo la última tecnología. Han sido distribuidores de la marca Yamaha y son clientes de la Casa Admira en guitarras, y de Tipo Música en Barcelona.


La marcha del conservatorio a su nueva ubicación en la calle Pantano del Vicario, 1, en el curso 2007-08, no le ocasionó a Musireal la pérdida de ventas que sí ha sufrido con internet. “Me planteé crear una sucursal allí porque algunos clientes se quejaban de lo lejos que estaba la tienda, pero finalmente deseché tal idea pues el día a día me demostró que mi ubicación céntrica era más idónea para el grueso de mis clientes”.

Internet, la puntilla definitiva.- La venta online ha supuesto para Musireal la puntilla definitiva. Ramón podría haberse adaptado, pero sus circunstancias personales y laborales han hecho que el fiel de la balanza caiga a favor del cierre, “todo comenzó en 2008, con la crisis, con una competencia imposible de grandes plataformas a lo que se suma mi edad actual, cercana a la jubilación. Ante ello tenía dos opciones, comprar mucho género para ganar lo mismo, o disponer de buena financiación, pero ni eso porque el potencial cliente ya no mira ni el servicio ni el asesoramiento, sino el precio y la comodidad”. A día de hoy, casi todo se compra en China o Alemania por internet. Destaca el caso del gigante alemán Thomann, que surgió en 2005 con el objetivo de afianzar el 25% del mercado de toda Europa, “lo ha conseguido y ahora vende además sus propias marcas, con beneficio por todos lados; también China cuenta con sus propias marcas”. Cuando llegó la pandemia, a punto estuvo de solicitar una línea de crédito, pero gracias al confinamiento “no me metí en mayores jardines que hoy tendría que estar lamentando por tener que pagar el préstamo y vender casi a precio de costo”.


Ramón Sobrino cerrará Musireal a finales de diciembre de 2022 con toda la tristeza del mundo por dejar atrás su empresa, casi como si fuera un hijo, donde ha disfrutado, ha ganado también, sin apenas vacaciones… Ya lo ha comunicado a amigos, bandas y orquestas para que puedan llevarse lo que necesiten ahora que comienza el curso. Pero él continuará tocando, fiel al arte de la música que tanto le ha dado, en su vida y en el trabajo.


Texto: Oliva Carretero Fotos: Ayer&hoy, cedidas por Musireal