La habitual cita motera anual de Daimiel volvía a las carreteras y calles de la localidad en la mañana del domingo tras dos años de pausa. La agenda se abría a las 9:00 horas en el aparcamiento del restaurante ‘La Vendimia’ que se llenaba de moteros para formalizar su inscripción. Así comenzaba la jornada del XII Moto-Almuerzo Ciudad de Daimiel, organizado por el Moto Club ‘No nos pilla el radar’.

Desde allí se partió en dirección a Villarrubia de los Ojos, Manzanares y el paraje de Siles para volver al restaurante. Tras el almuerzo programado de una hora, fue a las doce del mediodía cuando las motos recorrieron Daimiel en un doble pasacalles por las calles Manzanares, Plaza de San Pedro, Prim hasta calle Santa Teresa, siguiendo a Plaza de España, calles Mártires, Arenas, Plaza de Santa María, calle Gregorio Molinero, Obispo Quesada, Fontecha hasta la Plaza, calle General Espartero hasta José Ruiz de la Hermosa, Plaza San Pedro, calles Estación, Miguel Fisac, Nueva, Paseo del Carmen, calle Arenas, Plaza Santa María, calle Colón y Don Tiburcio, finalizando en calle Grecia, donde se hizo una nueva parada técnica en el restaurante ‘La Barbacoa’ para refrigerio de los participantes.

El presidente de la asociación Cultural Grupo Motero ‘No nos pilla el radar’, Miguel Rodríguez Mejía, quien estuvo acompañado de los ediles Jesús Villar y Javier Fisac en representación de la Corporación municipal desde primera hora de la mañana, trasladó en declaraciones a Daimiel Noticias que el Moto-Almuerzo es un encuentro “muy establecido, vigente desde 2006. Son catorce ediciones de las cuales dos no se han celebrado».

Junto a la inscripción se regaló en una bolsa de papel con publicidad municipal, una camiseta conmemorativa de la edición anual, un mapa, así como diferentes regalos que el club motero preparó para los participantes. También hubo sorteos entre los inscritos, en un día pleno de compañerismo y buen ambiente, donde se dieron cita moteros de la provincia y fuera de ella.