El presidente castellano-manchego ha recordado que Castilla-La Mancha produce el siete por ciento de todo el vino del mundo y la mitad de toda España, que ya es un enorme productor, motivo por el cual “no se puede considerar esta región sin el vino”, cuyo peso social y económico “es verdaderamente trascendente.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha comprometido hoy un plan estratégico para el sector vitivinícola “verdaderamente ambicioso” que comenzará a rodar a partir de otoño y cuyo objetivo es que en la próxima década “podamos pasar de los 1.000 millones de facturación actual a 2.500 millones”, lo que su supondrá aumentar 4 puntos el PIB de Castilla-La Mancha. “El reto está sobre la mesa –ha añadido el presidente- y lo conseguiremos funcionando como lo hacemos en este sector, de manera cooperativa”.

Así lo ha señalado durante la inauguración de la novena edición de la Feria del Vino (FENAVIN) en el Pabellón Ferial de Ciudad Real, donde ha estado acompañado por el director de la Feria, Manuel Juliá, la alcaldesa de la ciudad, Pilar Zamora, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, el presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, y el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.

García-Page, quien ha valorado las ocho ediciones que FENAVIN lleva ya a sus espaldas, reconociendo especialmente la participación de 1.800 bodegas en esta edición -400 más que en 2015- ha ensalzado que esta Feria haya estado siempre exenta de tintes políticos, lo que no significa que todas las administraciones la hayan apoyado por igual.

Asimismo, ha garantizado que hoy celebramos “el éxito de esta feria, pero también del sector del vino en las últimas dos décadas”, un sector cuya revolución “nos permite ir sin complejos por el mundo”, pues aunque haya cosas por mejorar “hoy exportamos el 60 por ciento de toda nuestra producción vitivinícola, cuatro veces más que cuando empezó la feria en 2001”, se ha felicitado.

El presidente castellano-manchego ha recordado que Castilla-La Mancha produce el siete por ciento de todo el vino del mundo y la mitad de toda España, “que ya es un enorme productor”, motivo por el cual “no se puede considerar esta región sin el vino”, que tiene aquí un importante peso social y económico. “Se trata de un sector que está muy bien amarrado, que democratiza mucho su producción, la cual no se deslocaliza, y que cuando hay beneficio lo reparte”, ha considerado al referirse al mundo de las cooperativas.

Por otro lado, García-Page ha hecho un llamamiento a no conformarse y a seguir haciendo las cosas “de manera eficiente”, pues nuestro sector agroalimentario, que supone el 18 por ciento de la economía regional, “es muy dinámico y tiene ganas de avanzar, crecer y cambiar sus sistemas de producción y comercialización”. Así, ha invitado a aprovechar “todas las oportunidades de negocio que tenemos en esta región y en este sector en particular”, y ha recordado que un país “no siempre es más avanzado cuanta más industria tenga”, pues para avanzar y crear nuevos desarrollos “no hay que abandonar lo que está de siempre”.

Una feria que se vive en un contexto de recuperación económica

La Feria Nacional del Vino (FENAVIN) es el mayor impulso comercial al sector vitivinícola de nuestro país. Cuenta con ocho pabellones y 32.000 metros cuadrados de exposición, y en esta edición están participando en ella 1.802 bodegas, 70 Denominaciones de Origen y más de 17.000 compradores, 4.000 de ellos internacionales, procedentes de 90 países diferentes.