Cuarenta años de estudios musicales con el afán de seguir ganando una mayor visibilidad a su gran producción artística

La historia del Conservatorio Profesional de Música de Ciudad Real ‘Marcos Redondo’ va estrechamente ligada al periplo por sus principales sedes así como al creciente interés de este tipo de enseñanzas en nuestra ciudad a partir de los años 80, década en la que se produciría en todo el país un boom por los estudios musicales.

Hoy en día, el músculo educativo del conservatorio lo componen 63 profesores y más de 500 alumnos con todas las especialidades de una plantilla de orquesta (violines, violas, violonchelos, contrabajo, flautas, oboe, clarinetes, fagot, saxofones, guitarras, trompeta, trompa, tuba, trombón, piano y otras asignaturas complementarias), a lo que se une un amplio y ambicioso programa de actividades, tanto complementarias como extracurriculares, que persigue, entre otros fines, acercar el centro a la sociedad ciudadrealeña.

El 9 de octubre de 1981, hace casi 41 años, echaba a andar el Conservatorio Elemental de Música de Ciudad Real (impulsado por el Ayuntamiento, Diputación y Junta), en la segunda planta del colegio Pérez Molina y bajo la dirección de Margarita Barroso. Se trataba de un aula de música adscrita primero al Conservatorio Superior de Música de Córdoba y después al de Madrid. Testigo mudo de aquella etapa, como nos cuenta Vicente Palomares, maestro del colegio, es un viejo piano vertical negro de la marca Young Chang como regalo del paso del conservatorio; hoy forma parte del aula de música del colegio y sigue escuchándose gracias a la maestra Esperanza Ruiz Delgado. En ese primer curso de conservatorio no había limitaciones de edad, de ahí que el número de personas mayores fuese importante, “el aula musical supuso una solución administrativa hasta que se habilitó el antiguo casino”, explica el director del conservatorio, Antonio Fernández. El centro se dedicó a la figura de Marcos Redondo Valencia (1893-1976), un prestigioso barítono cordobés que pasó su infancia en Ciudad Real, donde fue nombrado Hijo Adoptivo en reconocimiento a sus notables éxitos en zarzuela.

Izq.: Noticia de la inauguración del conservatorio aparecida en el diario Lanza el domingo 11 de octubre de 1981. Centro: Alumnos del curso de clarinete en el año 2014. Dcha.: Acto oficial por el que se hacía una mención especial al centro por su labor educativa. Año 2014. 

Además de Margarita Barroso, cinco profesores han dirigido el conservatorio: Felisa Roldán, José Alfonso Cruz, Rafael Sanz, Carlos Cano y Antonio Fernández en la actualidad.

El año 1985 supuso un punto de inflexión en la historia del conservatorio ciudadrealeño. En julio se aprobaba, mediante RD, el Conservatorio Estatal de Música de Grado Medio. Un hito para la ciudad que acarreaba además la llegada de financiación por parte del Ministerio de Educación. Tres meses más tarde, el 23 de octubre, se inauguraba el Centro Cultural Municipal en el edificio del Gran Casino de Ciudad Real que a su vez acogería el conservatorio, donde ha permanecido durante 22 años. La reforma del mismo supuso una inversión de más de 72 millones de pesetas.

En su sede de la calle Caballeros, 3, el Conservatorio comenzó con 20 aulas y poco a poco se fueron incorporando nuevas especialidades como contrabajo, fagot, oboe, percusión, piano, tuba…, “aquella fue una etapa de crecimiento de la oferta educativa además el vínculo con la ciudad era más estrecho, al alojarnos en un edificio céntrico de referencia cultural”, recuerda Fernández, “quizá en los inconvenientes habría que subrayar los problemas de ventilación, insonorización y cuestiones logísticas –los chicos tenían que bajar dos plantas con los instrumentos de percusión-; llegó un momento en el que el edificio estaba muy saturado”. Momentáneamente, por “hundimientos de tejados”, como nos cuenta Vicente Palomares, el conservatorio regresó en 1989 al Pérez Molina volviendo de nuevo en 1990 al casino.

 

La anhelada mudanza.- El Conservatorio adquirió rango de Profesional en 1997. En el año 2000, la Diputación Provincial ofreció la posibilidad de construir un edificio de nueva planta con el remanente de una subvención europea. El proyecto, el último que se construyó en España con cargo al Ministerio de Educación, recibió todos los parabienes del centro, aunque dificultades en los trámites y en la construcción demoraron la anhelada mudanza. El arquitecto encargado, Ángel Fernández Alba, tuvo que enfrentarse a un suelo en muy mal estado por el goteo incesante de aceite de la máquina del tren al ser antigua vía de ferrocarril, encareciendo y dilatando la obra. Finalmente, el curso 2007-2008 abrió sus puertas la nueva y actual sede, en la calle Pantano del Vicario, 1, con 40 aulas, cabinas de estudio, un auditorio con el que no contaban en el anterior emplazamiento, aparcamiento, cafetería, etc. Tras 15 años en el edificio, la dirección se enfrenta ahora a otros retos como la eficiencia energética del centro o la propia pandemia.

Izq.: Piano Young Chang, testigo de la primera etapa del conservatorio, que todavía sigue escuchándose. Centro: Homenaje a Margarita, ordenanza del centro, en 2018. Dcha.: Audición de alumnos de flauta en el año 2017

Educativamente hablando, en un conservatorio se imparten enseñanzas artísticas o de régimen especial, organizadas en tres grados: elemental (el primer curso equivaldría a tercero de Primaria); enseñanzas medias y superiores. En el centro ciudadrealeño, sus alumnos terminan el equivalente de segundo de bachillerato, obteniendo el título de técnico de las enseñanzas profesionales de música, que no les capacita para ser profesores –excepto en escuelas de música de enseñanza no reglada o elemental- para lo que necesitarían estudios superiores que, en Castilla-La Mancha, se imparten en Albacete, “aunque los alumnos que se marchan a conservatorios superiores –en torno a un 30 %- prefieren los de San Sebastián, Zaragoza, Madrid, Badajoz, Murcia, Salamanca o Andalucía”.

Durante toda la trayectoria del conservatorio en Ciudad Real, se han organizado miles de conciertos, audiciones, cursos o conferencias con profesionales de primer nivel, etc., como la Semana de la Música. Hoy en día cuentan con un coordinador de actividades extracurriculares, además de un profesorado muy activo, que difunde el programa de actividades en su página web (www.conservatoriociudadreal.es ) y redes sociales. “Nuestra pretensión siempre ha sido dar la mayor visibilidad a la música que aquí producimos, todos salimos ganando, y no estamos tan lejos del Pilar como dicen, a solo 15 minutos andando”, objeta Fernández.

Por último, el director destaca que el Conservatorio Marcos Redondo puede presumir de contar con muy buenas promociones de alumnos, que obtienen altas calificaciones o continúan estudios superiores, además de la concesión a varios estudiantes de premios extraordinarios de enseñanzas medias y la participación en certámenes musicales.

Texto: Oliva Carretero
Fotos: Cedidas por Conservatorio Marcos Redondo