Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Caballeros del Santo Sepulcro, Damas de Nuestra Señora de La Soledad y Nuestro Señor Resucitado de Alcázar de San Juan.

Presidentes de juntas de cofradías, hermanos mayores, priostes, capataces, costaleros, anderos, cornetas, tambores, camareras, sacerdotes o cofrades sencillamente comienzan generalmente tras las navidades la actividad preparatoria de la Semana Santa de ese año, que se vuelve frenética en tiempo de Cuaresma. Pero una hermandad es todavía mucho más, con un abultado programa de cultos en torno a su titular o titulares y multitud de actos solidarios y de caridad en auxilio de colectivos desfavorecidos, además de su implicación en festividades, onomásticas o actos culturales de la localidad. Conozcamos un poco más sobre la vida del cofrade a lo largo de todo el año, una vida de ‘pasión’ y sentimiento por su hermandad y de solidaridad y ayuda a las familias más necesitadas de sustento económico y/o espiritual.       

Martes, 7 de marzo, son ya más de las 19,30 horas. Cuaresma, a poco más de un mes del Domingo de Ramos 9 de abril. Visitamos una casa de hermandad, que puede ser cualquiera de la provincia de Ciudad Real. Varios hermanos se afanan en abrillantar y pulir la candelería de uno de sus pasos, mientras algunas hermanas quitan la cera, lavan y limpian con sumo cuidado los fanales y faroles que cobijan las luces que portará el paso. Otros, mientras, en la habitación más noble proceden a la preparación de la vestimenta de las figuras que acompañan a la imagen titular de su paso de misterio. A estas alturas, comenta su hermano mayor, Mariano Ureña, la actividad es diaria y siempre hay que preparar algo además de acudir a los actos programados previos a la Semana Santa: presentación del cartel, pregón, convivencias, triduos, besamanos, etcétera.

Son centenares las cofradías de la provincia que preparan con afán y muchas horas de trabajo su salida penitencial. Todas ellas, sin duda, singulares y características de una tradición arraigada en el municipio, manifestación de un fervor religioso y de una estética y un patrimonio sin parangón en el mundo. Especial mención merecen y, si no, compruébenlo visitando estos municipios, la Ruta de la Pasión Calatrava, declarada de Interés Turístico Nacional en 2016, por su particularidad en sus procesiones herencia de la Orden de Calatrava, o la Semana Santa de Daimiel, de Interés Turístico Regional, con la solemnidad y sobriedad de sus desfiles penitenciales; la Semana Santa de Ciudad Real, también de Interés Turístico Nacional y la singularidad de la Pasión criptanense.

Para conocer más al detalle estos preparativos y la vida de hermandad durante todo el año, la revista Ayer&hoy se ha puesto en contacto con algunas de ellas, botón de muestra de la actividad anual de cualquier cofradía. Éstas son El Prendimiento y La Soledad, la más joven y la más antigua de Ciudad Real capital; las juntas de Cofradías de Alcázar de San Juan, de Campo de Criptana y Manzanares, así como la cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia de Valdepeñas.

Retrocedamos en el tiempo, hace un año, cuando se apagan los cirios y los pasos entran en sus parroquias, templos, ermitas o guardapasos. Tras unos pertinentes días de descanso, las hermandades hacen balance de su salida penitencial y analizan los fallos y problemas surgidos durante la misma para evitar repetirlos el año venidero. Es el caso de la hermandad del Prendimiento de Ciudad Real que hace Junta de Gobierno pasados unos días de la Semana Santa donde revisan todos y cada uno de los errores, por muy insignificantes que puedan parecer como el reparto final de bocadillos. Esa evaluación vuelve a leerse y recordarse en el Cabildo unas semanas antes de la Semana Santa siguiente. Por su parte, en La Soledad, tras la recogida, limpieza y colocación de enseres, la Junta de Gobierno analiza los posibles errores a corregir y ya se van planificando los proyectos o adquisiciones para la Semana Santa siguiente. En este caso, tras la Semana Santa de 2016 se plantearon varios estrenos que finalmente estarán en la salida penitencial de 2017 como dos guiones, uno de San Juan Evangelista y otro de María Inmaculada, las caras del paso de palio o nuevas varas de procesión.

También en Manzanares, previa planificación de cada cofradía, habrá estrenos en la Semana Santa de 2017 como la restauración completa del paso del Descendimiento, el estreno de una bandera de paso con los colores de la cofradía con motivo del 75 aniversario de la llegada de Nuestro Señor Yacente a Manzanares, o la reestructuración de la Procesión del Silencio.

Agenda de cultos y bolsa de caridad.

Una parte importante de la agenda anual de la mayoría de las hermandades la ocupan los cultos a sus imágenes titulares, que se van intensificando en Cuaresma. Actos como misas de hermandad, procesiones de gloria, onomásticas, rezos y rosarios de la aurora, etc., se multiplican en época cuaresmal con exposiciones, pregones, presentación de carteles, besamanos, jura de reglas, triduos, quinarios, novenarios, traslados, bendiciones, cirios votivos, etc. Todos los actos están encaminados a fortalecer las creencias religiosas y la convivencia entre los hermanos. Es la razón de ser de las hermandades que, en muchos casos, va ligada intrínsecamente a otro pilar esencial: la caridad y la ayuda a las personas más desfavorecidas.

La mayoría de las cofradías o junta de hermandades disponen de bolsa de caridad. Es el caso de la Junta General de Cofradías de Campo de Criptana que la va nutriendo con la aportación de las hermandades y algún que otro acto organizado junto con el Ayuntamiento para sufragar gastos o recibos de luz, agua “y alguna que otra hipoteca” de familias necesitadas que tanto Cáritas Interparroquial como los servicios sociales registran, explica el presidente, José María Alberca. Pero la obra social de las cofradías criptanenses se diversifica a otras entidades como la Asociación Española Contra el Cáncer, Manos Unidas, para las enfermedades raras o para la labor de los misioneros.  En Alcázar de San Juan, la Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Caballeros del Santo Sepulcro, Damas de Nuestra Señora de La Soledad y Nuestro Señor Resucitado realiza diversas campañas en colaboración con Cáritas, como los ensayos solidarios de recogida de alimentos y material escolar por parte de las cuadrillas de costaleros y costaleras; la carrera de la moneda en apoyo a Manos Unidas, bolsas de caridad para misioneros cercanos a la hermandad y distintas actividades parroquiales en atención a personas drogodependientes y sin techo.

En Ciudad Real, El Prendimiento es muy activo en este campo y, apenas despuntado el nuevo año, organiza su tradicional roscón solidario para Cáritas, realiza recogidas periódicas de alimentos o su Grupo Joven visita a los niños del hospital en Navidad con regalos y villancicos. Independientemente de ello, El Prendimiento acude siempre que la parroquia pide colaboración para una familia necesitada, sea para facturas, alimentos o hasta para comprarle unas gafas a un niño. También ayuda ante catástrofes naturales como el terremoto de Haití. Por su parte, La Soledad organiza al año dos grandes recogidas de alimentos o productos necesarios para el Centro Siloé de Cáritas, además de que siempre colaboran con la parroquia, apadrinando a niños o ayudando en catequesis.

Los principales actos de caridad de la Hermandad del Cristo de la Misericordia y La Palma de Valdepeñas son también un roscón solidario en enero, la campaña ‘Tu juguete, su ilusión’, recogida de ropa en enero, mesas postulares para Cáritas en el Corpus Christi, recogida de alimentos en agosto, mesas postulares para el Dómund en octubre y comida solidaria en noviembre.

En Manzanares, cada hermandad, dependiendo de las necesidades y de la disponibilidad de cada una, dedica parte de sus ingresos a la acción caritativa con Cáritas y otras ONG, apadrinando a un niño del tercer mundo, o becando a algún seminarista de Manzanares, además de colaborar con las campañas del Banco de Alimentos.

Como hemos dicho, la ayuda a Cáritas y las parroquias es constante. La labor interna de colaboración social y económica de muchas hermandades es importante, “no hay que quedarse solo con el día de procesión, detrás hay muchísimo más”, comentan. La crisis acentuó las carencias entre hermanos y vecinos, “algunos no podían pagar la luz y mucho menos la cuota, pero no por eso no se les deja salir en la procesión, por estatutos tenemos un apartado para sufragar esas cuotas que el propio hermano mayor valora y decide”, indica el prioste Jesús Segura del Prendimiento.

Apoyo espiritual.

Menos notorio y público es el apoyo moral y espiritual a familias y personas con algún problema o enfermedad grave. Pequeños gestos muy íntimos que reconfortan tanto a los afectados como a las propias hermandades. El Prendimiento, con la Virgen de la Salud como patrona de los donantes, hace partícipes de la propia hermandad a los recién trasplantados de riñón de Alcer y a los que aún no lo han sido invitándolos el Domingo de Ramos por la mañana a un acto en el que se enciende un cirio votivo “con el que recorremos Ciudad Real animando a donar, o el préstamo de pañuelos de la Virgen de la Salud a personas creyentes y muy necesitadas de consuelo espiritual”, explica Mariano Ureña.

Son solidarias pero también las hay muy activas para conseguir autofinanciarse. En Criptana, el recibo de hermanos es más bien algo simbólico, de 5 o 6 euros, “algunos vecinos pagan el recibo de las seis cofradías”, apunta José María Alberca, pero los gastos se sufragan mayormente con las subastas de los anderos para sacar los pasos de Semana Santa y los actos y eventos realizados a lo largo del año, como obras de teatro, conciertos o el Festival Internacional de Música en el que colaboran. Por ejemplo, la hermandad del Cristo de la Expiración y La Esperanza ha organizado para abril un festival de cine religioso. Igualmente, todas las hermandades venden lotería de Navidad para el mantenimiento de las ermitas y toda la imaginería, “al final el balance de la Junta General en Criptana es lo comido por lo servido”.

El Prendimiento, en sus 17 años de andadura, ha engordado año tras año su área social, dando cabida a charlas, convivencias, fiestas fin de año, verbenas, caseta de feria en Los Ángeles, hasta cumpleaños. Eso les ha servido para poder costear su casa de hermandad donde además custodian y salvaguardan todo el patrimonio artístico y enseres. Por su parte, La Misericordia de Valdepeñas, según explica su hermano mayor, José Ramón Yébenes, disfruta de una vida de hermandad de las más activas de la localidad a lo largo de todo el año, con una sólida implicación y servicio en su comunidad parroquial.

Al igual que cualquier otro colectivo, las hermandades están cada vez más imbricadas con las necesidades de sus parroquias o templos y de los vecinos de sus municipios, lo que hace casi obligatorio buscar financiación con rifas, loterías y otros actos para no solo mantener un patrimonio histórico y cultural de valor incalculable en muchos casos sino para sufragar, en todo o en parte, cualquier ayuda urgente para los más desfavorecidos de aquí y de otras partes del mundo.

A la vuelta de la esquina.

A falta de unos días para la Semana Santa y la salida penitencial. El trabajo se intensifica y el número de brazos también porque “esto entre 10 personas es imposible moverlo” apunta gráficamente el hermano mayor de La Soledad, José Luis Nieto. Solo la limpieza de la plata de los pasos de palio, faroles, candelería, varales supone muchas horas y días de trabajo, además del cepillado de la vestimenta, túnicas, mantos…, de titulares y figuras que los acompañan, del techo de palio, ensayos de costaleros, montaje de los pasos, preparación de cultos y altares, puesta a punto de túnicas para los hermanos, planchado y un largo etcétera. Una vez limpio y preparado todo, La Soledad empieza a montar los pasos, a subir todos los enseres 10 o 15 días antes de la Semana Santa. 

En La Misericordia de Valdepeñas, los preparativos comienzan tres meses antes desde tres áreas: la Vocalía de Nazarenos que se ocupa de la formación del cortejo, para lo que dispone de un amplio número de túnicas en régimen de préstamo; la Vocalía de Acólitos y Monaguillos que trabaja en la formación de los cuerpos de acólitos ceroferarios y turiferarios de los dos pasos de la cofradía, y la Vocalía de Costaleros, que programa un calendario de ensayos. Durante todo el año, explica el hermano mayor, la Hermandad cuenta con 50 o 60 personas que se ocupan de diferentes funciones además de que la implicación en general de los hermanos es muy alta, del 60%. En Cuaresma, cada uno de los 300 hermanos dispone de un calendario de trabajo que se desarrolla día a día para que, llegado el Viernes de Dolores, todo esté preparado.

Si ya es arduo el trabajo cuando no hay grandes cambios en la hermandad, cuando sale un nuevo paso la labor es ingente. Hay una gran expectación en torno al nuevo paso de palio de la Virgen de la Salud de la hermandad del Prendimiento de Ciudad Real, no solo en la propia cofradía sino en la ciudad, y eso supone mucho trabajo. “Y ese es el secreto, trabajo y trabajo, no hay otro”, afirma su hermano mayor, Mariano Ureña. La hermandad lleva trabajando en este paso desde noviembre de 2010 cuando la imagen fue bendecida, y esta incorporación al cortejo ha obligado a adelantar los preparativos al pasado mes de septiembre, fecha desde la que han realizado más de cinco montajes del paso de palio con el fin de que todo esté bien, encaje perfectamente y no haya ningún problema. Ureña destaca que es un proyecto muy ambicioso y el esfuerzo económico es importante realizado tanto con aportaciones de los hermanos como actividades promovidas por la junta de gobierno, “vamos poco a poco, queremos que la orfebrería y los bordados sean definitivos, que perduren en el tiempo, que sean de gran valor artístico”. A todo ello se une el punto de partida del cortejo, diferente al de otros años: el colegio Marianistas de la capital debido a la falta de espacio en la parroquia de Los Ángeles.

La Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Caballeros del Santo Sepulcro, Damas de Nuestra Señora de La Soledad y Nuestro Señor Resucitado de Alcázar de San Juan destaca la buena implicación de los hermanos y la organización, fundamental para unos buenos resultados. Normalmente comienzan con dos meses de antelación a preparar la Semana Santa con una participación directa de 30 personas aunque indirectamente son algunas más. Con las comisiones de Cultos y Caridad, Priostado, Secretaría y Tesorería, la hermandad alcazareña quiere tener todo bajo control para dar cuenta en sus asambleas ordinarias, a principios de Cuaresma y después de Semana Santa, o en las convocatorias extraordinarias por temas de urgencia o elecciones a hermano mayor.

Sin duda, una labor ardua, poco conocida y reconocida pero necesaria e imprescindible para que los miles de vecinos y visitantes disfruten del esplendor y atractivos de las diferentes semanas Santa de la provincia de Ciudad Real.

Texto: Oliva Carretero
Fotos: Cedidas por las hermandades mencionadas / Ayer&hoy