Javier Sanchez Migallón

Javier Sánchez-Migallón Royo. Director EL CORREO DEL VINO

Cuál es el éxito de Fenavin? A mi modo de ver reúne varias circunstancias, la primera, que es una feria en la que se puede vender. Traer por parte de la organización compradores de todo el mundo la hace interesante para todas las bodegas. La posibilidad de venta es real, tangible, tus vinos van a ser vistos por cientos de posibles compradores de todo el mundo en apenas tres días y eso, si no es en una feria así, es imposible.

El túnel del vino es, sin duda, un logro importante. El comprador cata los vinos que les interesan y cuando baja a la feria sabe a dónde y a por qué debe dirigirse, el vino ya lo ha probado, ahora solo le resta negociar los que son de su agrado.

Como pega a la feria, que no todo van a ser halagos, mal crítico sería si sólo se pudiera ver lo bueno. Indudablemente, el espacio-sitio. Y más importante aún la falta de cuidado al profesional que viene a comprar vino, sobre todo en el túnel del vino. Ya lo he referido en alguna ocasión, no se puede consentir, como yo he visto, que un comprador Japonés, Chino, Indio, con su turbante puesto, Ruso, o de donde sea, tenga que hacer cola de más de una hora para pasar al túnel del vino. Más cuando ese túnel está ocupado en más de un 90% por gente ajena al vino, que ha ido solamente a catar gratuitamente los vinos que pueda aguantar el cuerpo. El comprador debe tener acceso directo y rápido y se debe seleccionar que, al menos los días dedicados a los profesionales, quien entre al túnel sea realmente un profesional del vino.
Pero, volviendo al título de este artículo, ya hemos visto, a grandes rasgos que Fenavin es importante para el vino, pero ¿por qué insuficiente?

Realmente son temas separados, Fenavin es importante ya que muestra nuestros vinos al resto del mundo, es insuficiente ya que el mundo del vino necesita más, mucho más.

Este año hemos sido los mayores exportadores del mundo los number one mundiales, Francia e Italia han ido por detrás nuestro. En cuanto a cantidad de cosecha, el año pasado fuimos también los primeros del mundo, nuestro potencial de cosecha nos hará, en años sucesivos, ser la mayoría de los años, los primeros productores mundiales.

Sin embargo, entre los tres países más productores, España, Francia e Italia, España es la que exporta más, pero a menor precio, con un diferencial importante respecto a los precios que vende Francia e Italia (Muchas veces nuestro mismo vino, que compran barato en España y venden caro al resto del mundo, siendo muchas veces nuestra competencia con nuestros propios vinos)

Y si nos comparamos con estos dos países lo que ya es casi de risa es que Francia consume, aproximadamente 45 litros per cápita al año, Italia unos 37 y España 16. Mayor productor, mayor exportador, menor consumidor. Para que se den una idea, en estos momentos podemos tener cosechas de unos 45 millones de hectólitros y en España no se llegan a consumir ni 10 millones.

Por eso hay que pedir a las distintas administraciones, empezando por Europa, que es quien tiene mayor mando en las actuaciones con el vino, que la promoción, la difusión de nuestra cultura, de nuestra historia, en el vino, se debe potenciar tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Aunque sea una frase hecha, es cierta, en estos momentos España tiene los mejores vinos de su historia y a unos precios sin competencia, en Fenavin lo podemos comprobar. Ahora nos queda la asignatura pendiente, la de hacer que nuestro vino, bueno, sano, natural, como ningún otro, sea bebido por nuestra juventud, por nuestras gentes, como Alimento sano y natural de la dieta mediterránea, lograr esto es realmente la siguiente meta que nos debemos trazar en este mundo del vino.