La cocina de toda la vida al alcance de todos

Situada en el pabellón ferial de Ciudad Real esta cafetería ha sido prácticamente desconocida a lo largo de muchos años. Sin embargo, desde junio de 2016, se ha convertido en una cafetería-restaurante especializada en cocina de la tierra, con una clientela cada vez más numerosa y fiel, y con el horario habitual de cualquier establecimiento similar a lo largo de todo el año. Y ha sido posible gracias a la fe y el trabajo de Amada Villora e Israel Márquez,  profesionales del sector con amplia experiencia, Amada en los fogones e Israel en barra, que se lo tomaron como un reto y hasta el momento han salido triunfantes.

La clave de este éxito, que se ha multiplicado durante las noches de este verano con su concurrida terraza, se ha basado en varias apuestas. La primera darle un nombre propio. La segunda apostar por una cocina muy determinada y ser fiel a la misma. La tercera dar muy bien de comer y con precios muy populares. Y otra apostar por novedades que aportan un plus al restaurante-cafetería tradicional. Así pues, pusieron un nombre, “El Jardín de La Mancha”, a un establecimiento que durante muchos años no lo tuvo. Apostaron por una comida sencilla, clásica, tradicional de toda la vida y que gusta a todos. Nada de elitismos, comida sabrosa y abundante para todos.

Para eso elaboraron unos menús de cocina casera que empieza por el más sencillo por cinco euros formado por un primero, guiso casero o una pasta y un segundo, carne o pescado; otro un poquito más complejo que da a escoger entre ocho primeros y ocho segundos por ocho euros; finalmente hay un tercer menú, de fin de semana, por diez euros el cual se ha reforzado  con segundos platos especiales o más elaborados como las chuletas de cordero, ternera o el rabo de toro, uno de los platos estrella de la casa. A esto debe añadirse una carta basada en cocina manchega y que varía en verano incluyendo platos fríos. A la vez en la cafetería puede degustarse una amplia variedad de raciones y platos combinados.

Finalmente han apostado por novedades que han dado un plus a este restaurante como los pollos asados para llevar, junto a los cuales se regala bien una tortilla, un plato de migas, una ración de gachas o de paella, lo que ha tenido tal éxito que se venden más de 400 pollos cada semana superando, con frecuencia, el número de pedidos a la capacidad de elaboración.

Igualmente se sirve toda clase de platos por encargo para llevar a casa.